¡Hola! Mi nombre es Karen, soy una orgullosa venezolana que vive en la hermosa ciudad de Florencia, Italia. Hoy estoy emocionada de celebrar el tercer aniversario de mi marca de moda, Karey. Al recordar este increíble viaje, quiero compartir mi historia sobre cómo dejé la seguridad de un trabajo de 9 a 5 para seguir mi sueño de construir algo verdaderamente mío.
La rutina corporativa
Como muchos de ustedes, pasé mis días en un trabajo tradicional de 8 a 5, navegando por el mundo corporativo con su estructura y rutina. Si bien me brindaba estabilidad, siempre supe que quería hacer algo más. Tenía una chispa creativa que no se estaba cumpliendo. Quería crear algo personal y relacionado con mi herencia.
Mudarme a Florencia, una ciudad conocida por su arraigada historia en el arte y la moda, avivó aún más mi pasión. Fue allí donde me di cuenta de que necesitaba dar un salto de fe si quería perseguir mis sueños por completo.
La moda siempre ha sido parte de mí. Crecí en Venezuela, rodeada de colores llamativos, patrones expresivos y una cultura vibrante que celebraba la individualidad. Cuando me mudé a Florencia, descubrí un lado diferente de la moda: la precisión, la artesanía y la elegancia atemporal por las que se conoce al diseño italiano. Estas influencias dieron forma a la visión que tenía para mi marca.
Karey nació de esta fusión entre mis raíces venezolanas y la artesanía italiana que admiro. Me quedó claro que esto era más que una marca: era una representación de mi trayectoria y mi amor por el diseño, el estilo y la cultura.
Hace poco tomé la decisión de dejar atrás mi trabajo de 9 a 5 y dedicarme por completo a Karey. No fue fácil y la decisión no se tomó de la noche a la mañana. Pasé meses planificando, ahorrando y creando una visión que realmente reflejara quién soy y lo que quería ofrecer.
Al principio, el miedo a dejar un ingreso estable me abrumaba. Pero en cuanto me sumergí en la creación de Karey, supe que había tomado la decisión correcta. Cada pieza que creamos tiene una historia que combina un diseño vibrante con una elegancia atemporal.
En estos últimos tres años, me he enfrentado a muchos desafíos: desenvolverme en el ámbito empresarial, mantenerme al día en la industria de la moda, que está en constante evolución, y aprender a equilibrar la creatividad con el espíritu emprendedor. Pero cada uno de esos desafíos no ha hecho más que fortalecer mi determinación y mi pasión.
Hubo momentos de duda. ¿Karey tendría éxito? ¿Podría manejar un negocio por mi cuenta? Pero cada vez que me lo preguntaba, me recordaba por qué había empezado. Karey no se trata solo de moda, se trata de crear algo significativo, algo que refleje quién soy.
Al celebrar el tercer aniversario de Karey, no podría estar más agradecida por lo lejos que hemos llegado. Cada diseño, cada pieza y cada colección ha sido un paso adelante en este viaje. Florencia, con su rico legado artístico, sigue inspirándome y estoy orgullosa de que Karey refleje una fusión de culturas: la vitalidad venezolana y la artesanía italiana.
Tres años me han enseñado mucho. No solo he crecido como diseñadora, sino también como empresaria. Crear Karey ha sido un sueño hecho realidad y ver que nuestras piezas resuenan en personas de diferentes rincones del mundo me llena de alegría.
El futuro de Karey es prometedor y se mantiene fiel a lo que hace que nuestra marca sea especial.
Un mensaje para los aspirantes a emprendedores
Si hay una lección que me han enseñado estos tres años es la siguiente: asumir riesgos es esencial para crecer. Si algo te apasiona, ya sea la moda u otro ámbito, no tengas miedo de dar el paso. Da miedo dejar atrás lo que te resulta cómodo, pero las recompensas de crear algo que sea exclusivamente tuyo son inmensurables.
Gracias a todos los que han apoyado a Karey a lo largo del camino. Su fe en mi visión ha sido inestimable. Brindemos por tres maravillosos años de moda, crecimiento y pasión, y por muchos más por delante!
Con amor y gratitud,
Karen